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miércoles, 31 de octubre de 2012

El Evangelio Según Pablo … Parte 2

Romanos 2:1—3:20

Pablo continúa con su punto de vista sobre la condición espiritual del mundo. Recuerden, él no está escribiendo sobre los creyentes aquí. Su intención en este resumen introductorio es el mostrar que todas las personas necesitan el Evangelio, ya sean judíos o gentiles. Pero yo voy a tomar algo de esto como que también se aplica a nosotros, porque todos aun cometemos los pecados que él menciona, y a pesar de que somos perdonados, necesitamos ser recordados que esa ya no es nuestra manera de vivir. Nosotros no tenemos que pagar la pena por hacer estas cosas, como los incrédulos lo harán, porque el Señor ya ha hecho eso por nosotros, pero el Espíritu Santo sí se entristece cuando pecamos, y eso también interrumpe nuestra comunión con Él. Y después de todo, la intención de este estudio es ayudar a prepararnos para el retorno del Señor.
Al final del capítulo 1, él se está refiriendo a aquellas personas que estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades; murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia; quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican (Romanos 1:29-32).
Ahora, él va a incluir a todas aquellas personas que condenan a otras por hacer esas cosas, porque cada uno de nosotros ha hecho algo de lo que contiene esta lista, en algún momento de la vida. Por lo tanto, cuando juzgamos a otros por hacer esas cosas estamos ignorando el hecho de que también somos culpables. Si pensamos que ellas deben de ser condenadas, ¿estaremos deseosos de aplicar las mismas normas en nosotros mismos?

Capítulo 2

El Justo Juicio de Dios
Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo. Mas sabemos que el juicio de Dios contra los que practican tales cosas es según verdad. ¿Y piensas esto, oh hombre, tú que juzgas a los que tal hacen, y haces lo mismo, que tú escaparás del juicio de Dios? ¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento? (Romanos 2:1-4).
Si, como pecadores, condenamos el pecado de los demás, nos estamos identificando como que somos dignos de una condenación similar. Jesús dijo, “No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados” (Lucas 6:37). El ser testigos de los pecados de los demás no debe de acarrearnos pensamientos de juicio a nuestras mentes, sino más bien de tristeza y empatía. Debería de despertarse nuestro espíritu de intercesión, produciendo que le pidamos a Dios que los perdone. Fácilmente pudo haber sido uno mismo el que cometía ese pecado. Es la misericordia de Dios la que atrae a las personas hacia Él, no Su justicia, y al pedir por misericordia a nombre de alguien más, en lugar de condenar a esa persona, podemos estar ayudando a inclinar el corazón de esa persona hacia Dios. Ese es nuestro gran trabajo ahora mismo.
Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios, el cual pagará a cada uno conforme a sus obras: vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad, pero ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia; tribulación y angustia sobre todo ser humano que hace lo malo, el judío primeramente y también el griego, pero gloria y honra y paz a todo el que hace lo bueno, al judío primeramente y también al griego; porque no hay acepción de personas para con Dios (Romanos 2:5-11).
Independientemente de su condición espiritual, algunas personas creen que a Dios se le agrada cuando expresan su desdén hacia otras personas debido al pecado que estas tienen. Pero la realidad es que Él se disgusta porque sabe que nosotros somos tan culpables como los que estamos condenando. Es un caso como “el sartén llamando a la tetera” como dice el viejo adagio. Un abogado aconsejaría que eso viola el principio de las “manos limpias”. Por eso es que Jesús dijo, “el que no tiene pecado que tire la primera piedra”. El juzgar a otras personas implica que nosotros creemos que somos mejores. Es un acto de auto búsqueda, y si persistimos en él, le añadimos a nuestro propio pecado.
Porque todos los que sin ley han pecado, sin ley también perecerán; y todos los que bajo la ley han pecado, por la ley serán juzgados; porque no son los oidores de la ley los justos ante Dios, sino los hacedores de la ley serán justificados. Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos, mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos, en el día en que Dios juzgará por Jesucristo los secretos de los hombres, conforme a mi evangelio (Romanos 2:12-16).
Pablo les había dicho anteriormente a los corintios, “Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones” (1 Corintios 4:5). Toda la humanidad sabe, de manera intuitiva, sobre el buen comportamiento y el malo, pero solamente Dios conoce los motivos de nuestros corazones. Jesús nos advirtió de quitar la viga de nuestro propio ojo antes de preocuparnos por la paja en el ojo de nuestro hermano (Mateo 7:5). El conocimiento de la Ley no es suficiente. Necesitamos obedecer. Si no podemos hacerlo, entonces no tenemos porqué inmiscuirnos en condenar a alguien que tampoco puede hacerlo.
Jesús y la Ley
He aquí, tú tienes el sobrenombre de judío, y te apoyas en la ley, y te glorías en Dios, y conoces su voluntad, e instruido por la ley apruebas lo mejor, y confías en que eres guía de los ciegos, luz de los que están en tinieblas, instructor de los indoctos, maestro de niños, que tienes en la ley la forma de la ciencia y de la verdad. Tú, pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? Tú que predicas que no se ha de hurtar, ¿hurtas? Tú que dices que no se ha de adulterar, ¿adulteras? Tú que abominas de los ídolos, ¿cometes sacrilegio? Tú que te jactas de la ley, ¿con infracción de la ley deshonras a Dios? Porque como está escrito, el nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de vosotros (Romanos 2:17-24).
Las personas que se auto-justifican niegan furiosamente esas acusaciones. Pero Jesús enseñó que no es solamente nuestro comportamiento sino el motivo de nuestro corazón lo que nos acusa. La ira es tan mala como el asesinato, el deseo es tan malo como el adulterio, y la envidia es tan mala como el robo. ¿Quién de nosotros no es culpable de estas cosas? Y como Su hermano Santiago escribió, “Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos” (Santiago 2:10).
Pues en verdad la circuncisión aprovecha, si guardas la ley; pero si eres transgresor de la ley, tu circuncisión viene a ser incircuncisión. Si, pues, el incircunciso guardare las ordenanzas de la ley, ¿no será tenida su incircuncisión como circuncisión? Y el que físicamente es incircunciso, pero guarda perfectamente la ley, te condenará a ti, que con la letra de la ley y con la circuncisión eres transgresor de la ley.
Pues no es judío el que lo es exteriormente, ni es la circuncisión la que se hace exteriormente en la carne; sino que es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no viene de los hombres, sino de Dios (Romanos 2:25-29).
La circuncisión era la señal visible del pacto. Identificaba a un hombre como judío. Pero el pacto tenía sus provisiones, y las violaciones a esas provisiones llevaban en sí un castigo. El hecho de que una persona fuera circuncisa no la eximía del castigo, sería juzgada como todos los demás. Por el contrario si alguna persona no era circuncisa, pero guardaba la Ley, recibiría los mismos beneficios como si estuviera circuncidada. Una vez más podemos ver que no son las apariencias externas lo que importa ante el Señor, sino los pensamientos internos y los motivos de nuestros corazones.

Capítulo 3:1-20

¿Qué ventaja tiene, pues, el judío? ¿O de qué aprovecha la circuncisión? Mucho, en todas maneras. Primero, ciertamente, que les ha sido confiada la palabra de Dios.
¿Pues qué, si algunos de ellos han sido incrédulos? ¿Su incredulidad habrá hecho nula la fidelidad de Dios? De ninguna manera; antes bien sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso; como está escrito: Para que seas justificado en tus palabras, y venzas cuando fueres juzgado (Salmo 51:4).
Y si nuestra injusticia hace resaltar la justicia de Dios, ¿qué diremos? ¿Será injusto Dios que da castigo? (Hablo como hombre.) En ninguna manera; de otro modo, ¿cómo juzgaría Dios al mundo? Pero si por mi mentira la verdad de Dios abundó para su gloria, ¿por qué aún soy juzgado como pecador? ¿Y por qué no decir (como se nos calumnia, y como algunos, cuya condenación es justa, afirman que nosotros decimos): Hagamos males para que vengan bienes? (Romanos 3:1-8).
Los “judaizantes” acusaron a Pablo de predicar un mensaje simplificado, dándoles a los creyentes la impresión de que a Dios no le importaba cómo se comportaban. Entonces trataron de convertir a los nuevos gentiles cristianos al judaísmo, diciendo que debían circuncidarse y guardar la Ley antes de seguir a Jesús.
Si Dios no hubiera proveído un remedio para el pecado el cual permite que podamos escapar del juicio, entonces podríamos esgrimir el argumento de que es injusto que Él nos juzgue. Después de todo nacimos con nuestra naturaleza pecaminosa, no decidimos hacernos pecadores. Pero Él conoce el dilema que Su justicia y nuestra naturaleza pecaminosa le ha producido tanto a Él como a nosotros, así que vino a la tierra para enderezar las cosas. Nuestra parte es simplemente el aceptar en fe el remedio que Él ha proveído. Si fracasamos en eso, seremos dejados sin ninguna otra alternativa sino basarnos en nuestro propio mérito. Al escoger hacer eso anula cualquier reclamo de injusticia.
Nadie es Justo
¿Qué, pues? ¿Somos nosotros mejores que ellos? En ninguna manera; pues ya hemos acusado a judíos y a gentiles, que todos están bajo pecado. Como está escrito:
No hay justo, ni aun uno; (Isaías 64:6)
No hay quien entienda, no hay quien busque a Dios (Isaías 29:13).
Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno (Salmo 14:1-3).
Sepulcro abierto es su garganta; con su lengua engañan (Salmo 5:9).
Veneno de áspides hay debajo de sus labios; (Salmo 140:3)
Su boca está llena de maldición y de amargura (Salmo 10:7).
Sus pies se apresuran para derramar sangre; quebranto y desventura hay en sus caminos; y no conocieron camino de paz (Isaías 59:7-8).
No hay temor de Dios delante de sus ojos (Salmo 36:1).
Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios; ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado (Romanos 3:9-20).
Entonces, la situación es esta. Ninguno de nosotros puede sobrevivir a un juicio por nuestros propios méritos. Ya sea judíos o gentiles, es imposible para nosotros poder resolver nuestro propio problema del pecado. Aun con la Ley, los judíos no están en mejor posición que los gentiles. Nadie puede guardar la Ley, como tampoco fue en algún momento considerado que alguien pudiera hacerlo. La Ley fue dada para hacer obvio el pecado y hacer que nuestra necesidad de un Salvación fuera clara. Entonces un Salvador fue dado, y desde ese momento en adelante la pregunta no ha sido “¿Es usted un pecador o no?”, sino más bien, “¿Ha aceptado usted Mi remedio o no?” Pablo utilizó dos capítulos y medio para convencernos de una sola verdad: Todos necesitamos el Evangelio. La próxima vez él empezará a darnos el Evangelio.

EL EVANGELIO DEL REINO Vs. EL EVANGELIO DE LA GRACIA

Un Estudio Bíblico por Jack Kelley

Parte 1. El Evangelio del Reino

“En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea, y diciendo: Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos se ha acercado” (Mateo 3:1-2).
Las profecías del Rey Mesiánico aparecen a través del Antiguo Testamento y muchos en el liderazgo judío vieron la llegada de Juan a escena como su cumplimiento. Enviaron representantes al lugar en donde Juan bautizaba para ver si él era el Mesías prometido. Él dijo que no lo era, pero que el que estaban esperando ya se encontraba en medio de ellos (Juan 1:19-20).

750 años antes Isaías había dicho que cuando llegara el Mesías iba a reinar en el trono de David para siempre (Isaías 9:6-7) pero el trono de David había estado vacío durante 600 años. Juan había venido a decirles que el momento finalmente había llegado y que ellos mejor se alistaran para Él.
Cuando Jesús empezó Su ministerio, Juan lo presentó como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (Juan 1:8) y testificó públicamente que Jesús era el Hijo de Dios (Juan 1:34). Desde un principio Jesús empezó a predicar que el Reino de los Cielos se había acercado (Mateo 4:17), y envió a Sus discípulos por toda la tierra para alertar a la gente de este hecho también (Mateo 10:7-8).
Pero aun con las profecías de Isaías, el testimonio de Juan y las enseñanzas del Señor, los líderes judíos rehusaron aceptar que Jesús era el Mesías. Cuestionaron Sus afirmaciones, Su doctrina, y Sus milagros a pesar del hecho de que todo eso había sido predicho en sus profecías.
Isaías también había dicho que cuando Él llegara el Mesías no tendría ninguna hermosura ni majestad que los atraería hacia Él y que nada acerca de Su apariencia los haría desearlo (Isaías 53:2). El hecho de que Jesús posiblemente no era lo que ellos esperaron que fuera les produjo un gran problema.
Justo antes que Juan fuera ejecutado, él envió una delegación de sus discípulos para que confirmaran por ellos mismos que Jesús era lo que Él afirmaba ser.
En respuesta Jesús les dijo, “Vayan, y háganle saber a Juan las cosas que oyen y ven. Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio; y bienaventurado es el que no halle tropiezo en mí” (Mateo 11:4-6).
Jesús alimentó a las multitudes, caminó sobre el agua, sanó a los enfermos y resucitó a los muertos y aun así ellos exigieron una señal milagrosa. Finalmente, frustrado Él respondió, “La generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás. Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches” (Mateo 12:38-40). Ellos tendrían su señal, pero solamente después de ejecutarlo.
Más tarde, solamente unos pocos días antes de Su ejecución, Él les advirtió de nuevo. “Por tanto les digo, que el reino de Dios le será quitado a ustedes, y le será dado a gente que produzca los frutos de él” (Mateo 21:43). Él estaba hablando sobre la Iglesia venidera.
Después de la resurrección, habiendo hecho las señales milagrosas que le habían pedido, Jesús esperó 40 días para que ellos las aceptaran. Pero luego que los líderes judíos fueron informados de la tumba vacía, sobornaron a los soldados para que se mantuvieran callados y rehusaron reconocer el cumplimiento que el Señor hizo de la señal de Jonás (Mateo 28:11-15).
Al final de los 40 días Sus discípulos le preguntaron si ese era el momento en que restablecería el Reino a Israel. Jesús les dijo que a ellos no les correspondía saber la hora ni el momento determinados (Hechos 1:6-7) y después de decirles que esperaran por el Espíritu Santo, ascendió al cielo.
Algunas personas han criticado Su respuesta como ambivalente, pero yo no estoy de acuerdo. Los discípulos sabían que ya habían pasado 69 de las 70 semanas de Daniel, y que quedaba pendiente una semana (7años) por cumplirse. Ellos sabían que al Mesías se le quitaría la vida como Daniel había profetizado (Daniel 9:26) y por Sus enseñanzas ellos sabían por qué. Eso fue para cumplir con tres de los seis objetivos que el ángel enumeró cuando le dio a Daniel la profecía de las Setenta Semanas más de 500 años antes.
“Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos” (Daniel 9:24).
El propósito de la muerte del Señor fue para terminar la prevaricación (transgresión), ponerle fin al pecado y expiar la iniquidad. Lo que resta es traer la justicia perdurable, sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos. Traer la justicia perdurable es un cumplimiento de Isaías 9:7 que dice que el Mesías va a reinar en juicio y en justicia para siempre. Sellar la visión y la profecía quiere decir llevarlas a su conclusión al cumplirlas. Ungir significa conservar o santificar, y el Santo de los santos posiblemente se refiere al Templo.
Al decirles a Sus discípulos que no les correspondía a ellos saber la hora ni el momento determinados de la restauración del reino y luego cambiar rápidamente el tópico hacia el Espíritu Santo venidero, yo creo que el Señor estaba diciendo que la oferta del reino aún permanecía sobre la mesa, pero Su atención estaba por cambiar. Obviamente Dios sabía que habían rechazado el reino en ese momento, pero Él estaba dejando la puerta abierta para que ellos lo aceptaran en algún momento en el futuro.
Esto se originó de una profecía que Él habló por medio de Oseas 750 años antes.
“Andaré y volveré a mi lugar, hasta que reconozcan su pecado y busquen mi rostro. En su angustia me buscarán” (Oseas 5:15). Observen la palabra “hasta” porque la misma transmite la noción de “ahora no” en vez de “nunca.” La puerta aun permanecía abierta.
10 días después de la ascensión del Señor, el Espíritu Santo vino a los discípulos y así nació la Iglesia. Durante 20 años la Iglesia permaneció como una ramificación del judaísmo hasta que Jacobo, el medio hermano del Señor, reveló que el Señor primero tomaría de entre los gentiles un pueblo para Sí mismo antes de proseguir con la restauración de Israel (Hechos 15:13-18). Esta era una clara promesa de un futuro para Israel.
Pero un corto tiempo después que Israel dejó de ser nación y haber estado ausente durante la mayor parte de los últimos 2000 años, la atención de Dios se ha centrado exclusivamente en la Iglesia. Debido a ello muchos eruditos empezaron a expresar sus dudas de que Israel volviera a retornar, aun afirmando que la Iglesia había re emplazado a Israel en el plan de Dios y que todas las profecías incompletas para Israel habían sido heredadas por la Iglesia. En cuanto a ellos se refiere, Israel ya no tenía ninguna razón para existir.
Yo he asistido a la iglesia toda mi vida pero casi a la edad de los 50 años me di cuenta de que la Era de la Gracia, conocida como la Era de la Iglesia, solamente existe dentro de un paréntesis entre las primeras 69 semanas de Daniel y la Semana Setenta que está por venir. La misma empezó cuando el Espíritu Santo vino en Pentecostés después de la ascensión del Señor y terminará con el Rapto de la Iglesia. Una vez que la Iglesia se ha ido el Señor volverá Su atención a Israel para cumplir con la Semana Setenta de Daniel e implementar el reino que Daniel profetizó.
“Y en los días de estos reyes el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre” (Daniel 2:44).
En tiempos de Daniel ya se entendía que este reino tendría su centro de operaciones en Israel, pero tendría autoridad sobre toda la tierra. Hablando por medio de David, Dios dijo, “Pero yo he puesto mi rey en Sion, mi santo monte” (Salmo 2:6).
Él estaba refiriéndose a Su Hijo, de quien dijo, “Pídeme, y te daré por herencia las naciones, y como posesión tuya los confines de la tierra” (Salmo 2:8).
Aquellas personas que enseñan que Israel no tiene ningún futuro han olvidado de que Jacobo predijo de un futuro que empezaría después que el Señor terminara con la Iglesia (Hechos 15:13-18). Ellos también han olvidado que Pablo confirmó lo mismo en Romanos 11:25-27. Y se han olvidado (o ignorado) todas las promesas incondicionales que Dios le ha hecho a Israel.
“Así ha dicho el SEÑOR, que da el sol para luz del día, las leyes de la luna y de las estrellas para luz de la noche, que parte el mar, y braman sus ondas; El SEÑOR de los ejércitos es su nombre:
Si faltaren estas leyes delante de mí, dice el SEÑOR, también la descendencia de Israel faltará para no ser nación delante de mí eternamente” (Jeremías 31:35-36).
“Así ha dicho el Señor Soberano: He aquí, yo tomo a los hijos de Israel de entre las naciones a las cuales fueron, y los recogeré de todas partes, y los traeré a su tierra; y los haré una nación en la tierra, en los montes de Israel, y un rey será a todos ellos por rey; y nunca más serán dos naciones, ni nunca más serán divididos en dos reinos” (Ezequiel 37:21-22).
“Y traeré del cautiverio a mi pueblo Israel, y edificarán ellos las ciudades asoladas, y las habitarán; plantarán viñas, y beberán el vino de ellas, y harán huertos, y comerán el fruto de ellos. Pues los plantaré sobre su tierra, y nunca más serán arrancados de su tierra que yo les di, ha dicho el SEÑOR Dios tuyo” (Amós 9:14-15).
Probablemente hay docenas de profecías similares a las anteriores, pero yo espero que ustedes ya hayan captado la idea. Solamente rehusando leer estas promesas tal y como están escritas es que una persona puede negar que sean para Israel.
Entonces, la oferta del reino a Israel nunca ha sido anulada, solamente fue puesta a un lado mientras el Señor edificaba Su Iglesia. Después de ello, Él volverá a poner Su atención una vez más en Israel durante el segmento final de la profecía de las Setenta Semanas de Daniel. Decir que esto será un tiempo difícil es una tremenda subestimación porque Israel debe expiar la iniquidad por haber rechazado la primera oferta del Señor. Jesús le llamó el peor tiempo que ha habido desde el principio del mundo hasta ahora, ni lo habrá (Mateo 24:21) pero tal y como Oseas profetizó, en su angustia le buscarán.
“Vengan y volvamos al SEÑOR; porque él arrebató, y nos curará; hirió, y nos vendará. Nos dará vida después de dos días; en el tercer día nos resucitará, y viviremos delante de él” (Oseas 6:1-2)
Dios va a escuchar sus oraciones y derramará Su Espíritu de gracia y oración, permitiendo que sus corazones sean suavizados y sus ojos abiertos al hecho de que aquel a quien mataron fue su Mesías prometido (Zacarías 12:10-14). Después de un período de intenso duelo ellos van a admitir su pecado, y la culpa de la sangre que Él no ha perdonado, la perdonará (Joel 3:21). Esa será una conversión nacional que lo cambiará todo. Recuerden, no importa quien sea usted, nadie llega al Padre excepto a través de Jesús (Juan 14:6).
Luego el Señor aparecerá sobre Jerusalén y peleará contra todas las naciones de la tierra las cuales se han reunido en contra de Su pueblo (Zacarías 14:3). Las matará con una plaga que hace que su carne se pudra mientras aun se encuentran de pie. Sus ojos se pudrirán en sus cuencas y sus lenguas se pudrirán en sus bocas. Aquellas personas que sobrevivan serán golpeadas con un gran pánico y empezarán a atacarse mutuamente (Zacarías 14:12-13). Al final del día la victoria le pertenecerá al Señor, y Él será Rey sobre toda la Tierra. Finalmente habrá un solo Señor y Su nombre será el único Nombre (Zacarías 14:9).
Después de eso, será confirmado el monte de la casa de Jehová como cabeza de los montes, y será exaltado sobre los collados, y correrán a él todas las naciones (Isaías 2:2).
De todas partes del mundo la gente dirá, “Vengan, y subamos al monte del SEÑOR, a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará sus caminos, y caminaremos por sus sendas.
Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra del SEÑOR. Y juzgará entre las naciones, y reprenderá a muchos pueblos; y volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra” (Isaías 2:3-4)
Este será un tiempo de gozo para Israel, uno que el mundo nunca antes ha visto. La misma creación se unirá en la celebración.
“Se alegrarán el desierto y la soledad; el yermo se gozará y florecerá como la rosa. Florecerá profusamente, y también se alegrará y cantará con júbilo; la gloria del Líbano le será dada, la hermosura del Carmelo y de Sarón. Ellos verán la gloria del SEÑOR, la hermosura del Dios nuestro” (Isaías 35:1-2).
“Porque con alegría saldrán ustedes, y con paz volverán; los montes y los collados levantarán canción delante de ustedes, y todos los árboles del campo darán palmadas de aplauso” (Isaías 55:12).
“Y los redimidos del SEÑOR volverán, y vendrán a Sion con alegría; y gozo perpetuo será sobre sus cabezas; y tendrán gozo y alegría, y huirán la tristeza y el gemido” (Isaías 35:10).
“Porque así dice el SEÑOR: He aquí que yo extiendo sobre ella paz como un río, y la gloria de las naciones como torrente que se desborda. Y verán, y se alegrará el corazón de ustedes, y sus huesos reverdecerán como la hierba” (Isaías 66:12, 14).
El reino prometido habrá llegado a Israel, y el mundo finalmente estará en paz. La próxima vez, el Evangelio de la Gracia.
Título Original: The Gospel of the Kingdom Vs. The Gospel of Grace. Part 1. The Gospel Of The Kingdom
Traducido por Walter Reiche B.

jueves, 25 de octubre de 2012

PROFECÍA DE EL PRÓXIMO COMBATE MILITAR EN EL AIRE

Por el Profeta David Ower

Dada el 23 de Octubre del 2012a las 12:00 am (Tiempo de Africa del Este)
En Vivo por "Jesus is LORD Radio
PROFECÍA DE EL PRÓXIMO COMBATE MILITAR EN EL AIRE
¡Alabado sea el Señor, Profeta ... Amen
El Señor acaba de hablar conmigo esta noche, en una conversación muy, muy poderoso. Él acaba de hablar conmigo acerca de un evento muy masivo que llega a la tierra. Veo un gran evento que está llegando a la tierra. Esta noche alrededor de las 9:00 pm (Tiempo del Este de África), este día el Señor ha hablado conmigo acerca de un evento muy, muy masivo que va a visitar la tierra. Va a ser un serio enfrentamiento en el cielo, aquí sobre la tierra. Una vez más les digo, va a ser una batalla muy, muy grave de las aeronaves que se persiguen entre sí de una manera muy masiva. Va a ser un serio enfrentamiento en el cielo, no sé si va a ser un avión que ataque, o si van a ser varios. Veo aviones militares muy masivos enviados al cielo ... aviones muy, muy grandes se mueven a velocidades muy, muy altas persiguendo a otra aeronave que ha atacado. Entonces, como consecuencia veo un número masivo de aviones de asalto; Los aviones de ataque, la primera línea de ataque, estos son los aviones de ataque que entonces se envían. Los veo que van, entre 15 y 20 aviones de ataque que se han enviado y que persiguen.

Una vez más permítanme describir lo que el Señor ha dicho: Yo veo un avión de ataque que invade un espacio de aire. Entonces veo un avión militar muy, muy masivo, es uno muy grande. Y el Señor me hace escuchar la conversaiton entre los
pilotos de combate y están diciendo que están persiguiendo el avión en el cielo. Entonces le pregunté al Señor: "¿Qué van a hacer?" Y el Señor dijo que van a atacar y disparar misiles que seguirán a la otra aeronave y la golpearan. Yo no se si se trata de un avión que atacó o unos cuantos que atacaron. Después veo una gran cantidad masiva de aviones de ataque, que oscilan entre 10,15, 20 o más, que se han disparado en los cielos en una búsqueda acalorada.

Por lo tanto, va a ser una situación grave en el cielo, aquí, por encima de la tierra. Les vuelvo a repetir, va a ser una batalla grave que entraña una gran cantidad de aviones militares. Va a ser muy, muy mortal, va a ser el momento más aterrador que se haya acercado a la tierra. Va a ser el momento más mortal de la tierra. Vuelvo a ver los aviones de ataque muy graves, muchos de ellos persiguiendo con poder atronador, como rayos. Ellos persiguen la otra aeronave como un rayo. Veo el grande que ya ha pasado con los otros aviones y van a disparar misiles contra el avión de combate. Va a ser una situación muy, muy grave-- una situación de ataque.

Sólo preparate, estos son los hechos que el Señor está hablando. Los acontecimientos que demarcan, que marcan los días de nuestras vidas. los acontecimientos que marcan los días antes de la venida del Mesías.

Una vez más, estoy hablando en forma abstracta, estoy hablando en forma parcialmente velada. No voy a revelar el nombre del país. No voy a soltar el nombre de los dos países involucrados. Y algunas de las aeronaves tambien cruzan el territorio de otro país.

Lo que digo es que va a ser una pelea grave y mortal en los cielos sobre la tierra. Cuando sucedan estas cosas, entonces lo sabremos. Ciertamente yo no sé cuando sucederan. Ya sea que ocurran antes del rapto o después del rapto, yo no lo sé. Pero lo que si sé, es que va a pasar muy, muy pronto!

Que aquellos que tengan oídos, se preparen para la venida del Mesías. Arrepiéntanse y apartense del pecado sexual; vuelvan a la rectitud. Que la Iglesia se aleje del evangelio de la prosperidad - el evangelio engañoso del diablo que vino a engañar a la Iglesia y la puso en otra via, en otro camino. Ahora la Iglesia se debe preparar y volver a la Autopista de la Santidad, a la via justa de Jehová.

Una vez más, he dado esta profecía parcialmente velada, no he revelado los nombres de los tres países involucrados. Pero va a ser una pelea seria en el cielo, una pelea muy mortal que amenazará a toda la tierra. Con una gran cantidad de aviones de asalto enviados en el cielo y una gran cantidad de aviones de ataque muy graves en el aire. Va a suceder muy pronto. Ya sea que ocurra antes o después del rapto, yo no lo sé, porque nadie sabe el día ni la hora.

Sin embargo, estos eventos marcan los días de esta hora. Que aquellos que tengan sus oídos abiertos se preparen para la venida del Mesías. La boca de Jehová ha hablado con ustedes.
http://www.youtube.com/watch?v=XOPDPJZY69s&feature=share

Traducción Escrita- Prophecy Of Upcoming Military Scuffle In The Air
www.youtube.com

jueves, 18 de octubre de 2012

Los Bunkers y el fin del mundo

Desde que comenzó la publicidad que el “mundo se acabará durante los próximos meses o años”, hay muchas personas que le tomaron ventaja ha está propaganda, inclusive algunas compañías han estado vendiendo algunos bunkers para que las personas puedan sobrevivir a cualquier guerra, huracán, terremoto, “zombies”, y toda amenaza apocalíptica que les pueda quitar la vida.
Bunker fin del mundo
Bunkers se hacen populares.
Encontramos nosotros en la Biblia, varios acontecimientos de carácter mundial durante los próximos meses o años. Es verdad que nos estamos aproximando a un evento extraordinario para el cuerpo de Cristo apercibido, sin embargo, he visto con tristeza que toda está propaganda, que no le ofrece alguna alternativa esperanzadora a las personas, está causando que miles de personas jóvenes, ancianos y adultos se suiciden, algo que realmente toca mi corazón, porque son más los que se pierden que los que se salvan.
Indudablemente, la Biblia está anticipando varios hechos trascendentales para el mundo, y nosotros los que conocemos la verdad, debemos de utilizar todas las herramientas que estén a nuestro alcance para poder compartir a toda criatura, el mensaje principal que es Cristo Jesús Señor nuestro, y el mensaje esperanzador de la salvación, conociendo que de él proviene nuestra esperanza.
La compra de bunkers, anticipa el cumplimiento literal de una profecía de la Biblia, está profecía se sitúa durante la Gran Tribulación, periodo que sufrirán aquellos que fueron dejados atrás, y no fueron participes del arrebatamiento de la iglesia.
En ése periodo la Biblia señala lo siguiente:

Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes. Apocalipsis 6:15-17.
La profecía describe un escenario terrible para esos días que vienen, encontramos en ella, y de acuerdo a la descripción del verso, que gente con poder y rica, se esconderán en las cuevas y peñas, todo rico tiene un siervo, y todo libre es aquel que quizás huyó, sin ser capturado por el temido Nuevo Orden Mundial.
Si analizamos detenidamente, y usamos el razonamiento Espiritual, podemos darnos cuenta que las peñas de los montes mencionadas en la Escritura, se refiere a bunkers, ¿Por qué razón? porque con toda certeza, y confirmado por al menos 10 fuentes confiables, los ricos y poderosos, ya están haciendo sus guaridas entre las montañas y lugares apartados de la sociedad, para poder sobrevivir ante cualquier evento de carácter apocalíptico.
Otra de las razones, es qué estos famosos bunkers tienen un precio elevado, pueden ver un video en la siguiente fuente: Costo y diseño de bunker. Los precios de estos bunkers, no están al alcance de cualquier persona, incluso en los Estados Unidos, hay millones de familias que no pueden costearse una casa propia, mucho menos tendrían el dinero para adquirir un bunker. Pero hay familias que tienen una economía bastante estable, qué si podrían financiarlo, y no digamos aquellos hombres que tienen lo suficiente para hacerlo.
Al menos en Latino America, la probabilidad de que alguna persona obtenga un bunker es quizás nula para la clase media, puesto que su precio es de 40.000 a 60.000 dólares, sin descartar los mas lujosos. A parte tendrían que tener un lugar para instalarlo.
Para ir terminando, vemos entonces que los más poderosos son los candidatos a vivir en los montes “seguros y confiados”, aunque lógicamente en otros países la profecía se cumplirá literalmente, aquellas personas que huyan a las montañas y se escondan en las peñas, con conocimientos de supervivencia, tratarán de sobrevivir, pero no será por muchos meses o años, puesto que los sellos (otro tema súper extenso), eliminarán gran parte de animales y plantas, que no les permitiría alimentarse. Pero un bunker tiene más probabilidades que una persona sobreviva, por las comodidades que ofrece.
La pregunta que quizás podrías hacerte es:

¿Y para qué huir a los montes, cuevas y peñas?

Lo que sucede, es qué muchos de ellos abrirán sus ojos durante ése tiempo, ellos se darán cuenta que hay alguien que los quiere someter al Orden, se darán cuenta que la tierra ha comenzado a sacudirse violentamente, pero muchos no comprenderán que los sellos descritos en la Biblia fueron abiertos; la única alternativa que les queda, es buscar los bunkers que compraron, y buscar refugio en las cuevas de las montañas, para evitar ser tocados por los juicios. Sin embargo, en el contexto ellos sentirán la mirada de Dios sobre sus rostros.
Y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero. Apocalipsis 6:16.
La cita describe que aunque se escondan, ya nadie tendrá escapatoria, esa es una de las razones, que a la mayoría de estudiosos de la Biblia, nos lleva a pensar que aquellos que confiamos en Cristo, no estaremos durante ése tiempo, porque los juicios de Dios no dejaran piedra sobre piedra.

¿Necesitas un bunker para sobrevivir?

Afortunadamente, yo no lo necesito, por que mi bunker se llama Cristo, y confío plenamente en sus promesas para mi vida. Pero si necesitas adquirir uno, déjame decirte que es muy probable que logres sobrevivir por algunos años, pero no llegarás muy lejos, puesto que la tierra será sacudida como nunca antes había sucedido. Así que ¿porqué no pruebas el bunker llamado Cristo? y ábrele tu corazón, el tiempo es demasiado corto, los medios ya vaticinan el “fin del mundo”, pero los que creemos en el unigénito de Dios Jesús, sabemos que Vida Eterna nos espera.
Que el amor del Padre, el Hijo y su Espíritu Santo te fortalezcan.
Emerson Díaz

miércoles, 3 de octubre de 2012

LOS DIAS DE LA IGLESIA EN LA TIERRA CIERTAMENTE ESTAN CONTADOS- DANIEL CAP 11

Un Comentario Bíblico por Jack Kelley
“Y el rey hará su voluntad, y se ensoberbecerá, y se engrandecerá sobre todo dios; y contra el Dios de los dioses hablará maravillas, y prosperará, hasta que sea consumada la ira; porque lo determinado se cumplirá.” (Daniel 11:36)
“Pero al cabo del tiempo el rey del sur contenderá con él; y el rey del norte se levantará contra él como una tempestad, con carros y gente de a caballo, y muchas naves; y entrará por las tierras, e inundará, y pasará” (Daniel 11:40).

En los versículos anteriores de Daniel 11:36 y 40 vemos que tres reyes son mencionados los cuales debemos identificar para poder entender completamente lo que sucederá en los días que nos llevan a los tiempos finales. Estos son el rey que se exalta a sí mismo, el rey del Norte y el rey del Sur. Todos los versículos de Daniel 11:4-35 discuten las varias generaciones del rey del Norte y el rey del Sur. El rey que se exalta a sí mismo no pertenece a ninguno de los dos, y sin embargo los vence a ambos. Veamos si podemos identificar a estos tres reyes en cuanto a sus papeles en el drama final del mundo.
Primero, el rey que se exalta a sí mismo. El ángel le dijo a Daniel que este rey se ensoberbecerá, y se engrandecerá sobre todo dios (Daniel 11:36). En 2 Tesalonicenses 2:4 Pablo dice que el anticristo se levanta sobre todo lo que se llama dios o es objeto de culto. El ángel también le dijo a Daniel que él pronunciaría palabras nunca antes escuchadas en contra de Dios. En Apocalipsis 13:6 Juan dijo que el anticristo va a blasfemar a Dios y a difamar Su nombre. Pareciera entonces que el rey que se exalta a sí mismo es el anticristo.
Y ahora los otros dos. La visión de Daniel 11 le fue dada en el año 536 a.C. y empieza con el ángel diciéndole a Daniel lo que le sucedería al reino Persa que entonces estaba en el poder. El ángel dijo que después de tres reyes persas, un cuarto rey se levantaría, uno especialmente rico y poderoso. Este rey Persa, quien era conocido como Jerjes I, tomó como su reina a la mujer judía Hadasa, llamada Ester en el idioma persa (Ester 2:16-17). Este rey formó un poderoso ejército e intentó, sin éxito, conquistar Grecia en el año 480 a.C. Pero después de esto, un rey poderoso se levantaría el cual reinaría con gran poder y haría todo lo que le place (Daniel 11:2-3). Esta profecía se cumplió cerca de 150 años después por Alejandro Magno cuya ambición motivadora era primero conquistar el Imperio Persa, y después de eso el resto del mundo conocido.
El ángel luego dijo que el reino de Alejandro sería dividido en cuatro partes hacia los cuatro vientos del cielo, sin pasar a sus descendientes. (Después de la muerte de Alejandro sus cuatro generales se dividieron el reino en cuatro partes.) Los siguientes 30 versículos se dedican a las familias de dos de esos cuatro generales, Seleuco, conocido en Daniel 11 como el primer rey del Norte y Ptolomeo, el primer rey del Sur. Los primeros 35 versículos de Daniel 11 contienen 135 profecías que se cumplieron y quedaron históricamente registradas, la mayoría de ellas teniendo que ver con los descendientes de estos dos hombres. Los otros dos generales, Casandro y Lisímaco no se les menciona aquí, pero la historia muestra que ambos eventualmente perdieron sus porciones de territorio a Seleuco, el rey del Norte.
Entonces, los primeros reyes del Norte y del Sur fueron Seleuco y Ptolomeo respectivamente. En cuanto al territorio, Seleuco eventualmente tomó el control de lo que hoy día conocemos como Siria, Líbano, Irak, Irán, Afganistán, Paquistán y partes de Turquía. Reinando durante un tiempo desde Babilonia en el moderno Irak, él edificó una nueva ciudad capital a un poco más de 30 kilómetros al sureste del río Tigris y la llamó Seleucia. Eventualmente trasladó su capital a Antioquía, en donde permaneció. Ptolomeo tomó Libia, Egipto, Sudán, Israel y Jordania, y escogió a Alejandría en Egipto como su capital.
Los descendientes de estos dos reyes lucharon entre sí para el control del mundo conocido durante los siguientes cientos de años. Entonces Daniel 11:33-35 nos lleva a la revuelta de los Macabeos cuando el último rey importante del Norte, Antíoco Epífanes, fue derrotado (165 a.C.)
El ángel no le dijo nada a Daniel acerca del futuro del rey del Sur, puesto que eso no involucraba directamente a Israel. Pero la historia muestra que al cabo del tiempo Ptolomeo se hizo cada vez más débil. El ultimo rey del Sur fue realmente una reina llamada Cleopatra, famosa por sus enredos románticos con Julio César y Marco Antonio. Después de su muerte en el año 30 a.C. lo que quedó del reino ptolomeico fue absorbido por el Imperio Romano.

De La Historia A La Profecía

A pesar de que todos esos acontecimientos estaban en el futuro cuando el ángel reveló lo que conocemos como los primeros 35 versículos de Daniel 11, en cuanto a nosotros concierne, todo eso ya quedó en el pasado. Pero empezando en Daniel 11:36 nos apresuramos a los tiempos del fin cuando las versiones modernas de estos dos reyes aparecerán de nuevo, los cuales finalmente se opondrán al anticristo.
Yo creo que los actuales disturbios en el Medio Oriente islámico, eufemísticamente llamados la Primavera Árabe, pronto darán como resultado el resurgimiento de estos dos poderes antiguos en una contienda final por el liderazgo del mundo islámico. Turquía e Irán son ambos parte del territorio una vez identificado con el rey del Norte, y que obviamente son contrincantes para ese título. Ambos estarán involucrados en la batalla de Ezequiel 38, pero ya que Daniel 11:40 está después de Ezequiel 38 en el tiempo, eso nos dice que su derrota en los montes de Israel no los alejará de la rivalidad que se tienen entre ellos.
El Primer Ministro Erdogan de Turquía no ha ocultado su creencia de un restablecido Imperio Otomano que será el Califato de los tiempos finales. Y en un reciente discurso del Presidente Ahmadinejad de Irán en las NN.UU. anunció la llegada de al Mahdi el cual guiará al mundo a la paz.
La frase en Ezequiel 39:6 “y enviaré fuego”, la cual muchas personas creen que es una referencia a una guerra nuclear, está dirigida a Magog (Rusia), las costas distantes (en algún lugar más allá del Mediterráneo) y al campo de batalla en Israel. No se menciona ninguna destrucción en Persia (Irán) o Turquía (Togarma). Las fuerzas militares que ellos tengan en Israel serán diezmadas, pero Irán y Turquía ambos sobrevivirán para pelear otro día.
Egipto y Arabia Saudita no son mencionados como participantes en Ezequiel 38 pero podrían unir fuerzas para formar el nuevo rey del Sur. Hace como un año los saudís silenciosamente se rebelaron en contra de las políticas de los EE.UU. y se embarcaron en un curso de acción independiente, prometiendo defender a los estados del Golfo en contra del manoseo de los iraníes. Esto fue en parte debido a una expresión de enojo por la manera como los EE.UU. ayudó a derrocar al Presidente Mubarak de Egipto, un amigo cercano del Rey Saudita, y en parte por su frustración por la falta de acción de los EE.UU. en contra de Irán. Arabia Saudita no quiere que Irán surja como el líder del Medio Oriente Islámico y está determinado a asegurarse que eso no suceda, aun si eso lleva a la guerra. Hasta el momento ellos han mantenido su promesa trasladando tropas y armamento a Bahréin, planteando una amenaza directa a Irán.
Y todos estamos al tanto de que la revuelta en Egipto produjo un gobierno islámico de uno secular, a pesar de que nadie está seguro en donde se va a posicionar en el espectro político.
Actualmente las cosas corren con tanta fluidez en el Medio Oriente que es difícil saber qué es lo que luego va a suceder. Será interesante ver quién termina con el poder real. Si los gobiernos seculares continúan siendo eliminados en favor del liderazgo islámico (algunas personas dicen que Jordania sigue después de Siria) eso podría significar que los reyes del Norte y del Sur están retornando.

¿Entonces, Qué Sucede?

Cuando el anticristo llega a escena por primera vez luego de la Batalla de Ezequiel 38-39, al mundo le parecerá como un gran hacedor de paz. Él engañará a la gente distribuyendo regalos en forma de poder e influencia y aun confirmará un tratado permitiéndole a Israel construir su Templo y reanudar su adoración a Dios allí (Daniel 9:27). Conforme va obteniendo más y más apoyo popular empezará a atacar a los países que no se han alineado a él. Nombrará a sus seguidores cercanos como gobernantes, dándoles las tierras conquistadas como recompensa por su lealtad (Daniel 11:39).
Pero cuando se mueve para consolidar su control sobre el Planeta Tierra arribando a Jerusalén para hacer valer su divinidad, tanto el rey del Norte como el rey del Sur intentarán detenerlo (Daniel 11:40). Esto nos dice que aun entre los países islámicos habrá resistencia a su gobierno, y otros tendrán sus miradas puestas para ser cabeza del califato mundial. Es importante recordar que existen desacuerdos entre las varias ramas del Islam sobre cómo y por quién se obtendrá el dominio mundial. Tampoco se ha acabado el amor entre los musulmanes árabes y no árabes. Pero él los someterá, y después de haber invadido muchos otros países, arribará en Jerusalén para establecer su centro de operaciones allí (Daniel 11:42-45), y entonces entrará al nuevo Templo afirmando ser Dios (2 Tesalonicenses 2:4).
En Mateo 24:15 Jesús dijo que esta declaración será la causa primaria de la Gran Tribulación. Esto es debido a que ese será el evento que enfrenta a Satanás y su hombre directamente en contra de Dios y Su Ungido, como el Salmo 2:2-3 profetizó ya hace tanto tiempo atrás. Al derrotar a los reyes del Norte y del Sur esa podría ser la razón para que todo el mundo se una tras él y declare, “¿Quién como la bestia, y quién podrá luchar contra ella?” (Apocalipsis 13:4). Y como Daniel dijo, el anticristo tendrá éxito hasta el momento en que la ira se complete porque esa es la manera como Dios ha determinado que suceda (Daniel 11:36). Nadie en la Tierra será capaz de oponérsele al anticristo.
Pero cuando su tiempo ha llegado al final, será derrotado. En donde los reyes del Norte y del Sur fracasaron, el Rey de Reyes tendrá éxito y al final no habrá nadie que le ayude (Daniel 11:45).
Si, como yo creo, el malestar presente en el Medio Oriente islámico está llevando al resurgimiento de los antiguos reyes del Norte y del Sur, entonces la aparición del anticristo no puede estar muy atrás. Y esa es otra razón para que nosotros creamos que los días de la Iglesia en la Tierra ciertamente están contados. Ya casi se escuchan los pasos del Mesías

Relojes por Radiocontrol


No todos dormiremos; pero todos seremos transformados,
en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta;
porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.
1 Corintios 15:51-52.

Relojes por Radiocontrol
        En toda Europa el último domingo de marzo se pasa al horario de verano. Algunas personas adelantan el reloj la víspera, otras a la mañana, y otras se olvidan… Los relojes que funcionan por radiocontrol cambian de hora en la madrugada, a las dos en punto, sin intervención exterior, captando la señal emitida por una estación situada en Frankfurt (Alemania).

       Esta proeza tecnológica nos hace pensar en el maravilloso momento cuando todos los hijos de Dios oigan el llamado proveniente del cielo y vayan al encuentro del Señor en el aire. Al mismo instante, en un abrir y cerrar de ojos, todos los que recibieron de Dios la vida eterna por la fe en Jesucristo obedecerán a su voz de mando (1 Tesalonicenses 4:16-17) y dejarán definitivamente este mundo.

       No habrá ningún lugar en la tierra donde los verdaderos creyentes no capten esa señal. Los cuerpos de los creyentes muertos también lo oirán y saldrán de sus tumbas o del fondo del mar, resucitados y gloriosos. Los hijos de Dios se alegran ante la perspectiva de ese día en el cual Jesús, su Salvador, vendrá a buscarlos y llevarlos con él para siempre.

       Pero los demás, aquellos que no hayan querido aceptar el don gratuito de Dios, no oirán nada y se quedarán en la tierra esperando los terribles juicios que los alcanzarán. Ahora usted está oyendo la voz de Dios. ¡Escúchela, no la menosprecie!