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martes, 28 de agosto de 2012

De Paz Y Seguridad A Desolación Y Destrucción

Un comentario Bíblico por Jack Kelley

“Que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán.” (1 Tesalonicenses 5:3)

Como muchas de las obras humanas, su comienzo estará lleno de esperanza y promesa. Siguiendo al caos que acompañará el Rapto de la Iglesia y la guerra del Oriente Medio que llamamos la Batalla de Ezequiel 38, saldrá un hombre, un líder como nunca lo ha habido antes. Él declarará tener una manera de restablecer la paz a un mundo que ha sido conmocionado por la reciente desaparición de millones de personas y el intercambio nuclear que empezó en el Oriente Medio y que rápidamente se esparció de Europa en el occidente hasta Rusia en el oriente.
Las personas estarán desesperadas pidiendo respuestas y las múltiples apariciones alrededor del mundo de una hermosa y tierna aparición mariana las va a convencer que este líder tiene esas respuestas. Entre otras cosas, ella les dirá que él es su hijo, que ha llegado para restablecer la paz en el mundo. Por medio de su influencia sobrenatural católicos, musulmanes, nueva era, las religiones orientales y aún los incrédulos se unirán tras él y durante un tiempo todo aparentará ser la paz duradera que finalmente ha llegado al Planeta Tierra.
A pesar de que las condiciones serán cada vez peores por la guerra, el hambre y las enfermedades que entre todas ellas causan una enorme mortandad en el mundo (Apocalipsis 6-9), la gran mayoría de la gente estará convencida que su hombre es quien puede llevar a cabo la tarea de hacer que las cosas vuelvan a la normalidad otra vez. Las apariciones marianas las habrán persuadido de que si todas ellas dejan sus diferencias y se unen tras él pronto todo estará mejor que antes. Sus promesas se verán acompañadas de toda clase de milagros, tan convincentes que podrán engañar aun a los creyentes del verdadero Hijo y que han quedado después del Rapto, si eso es posible (Mateo 24:24). En poco tiempo parecerá que todo el mundo está unido tras él, al punto de haberle hecho el objeto de su adoración.
“¿Quién como él?” dirán, “¿Quién se le podrá oponer?” Creyendo que él es el hijo de Dios, como aquel que su madre les ha dicho que es, también adorarán a su padre, sin entender el alcance de su engaño. La doctrina luciferina se habrá afirmado y el mundo de después del Rapto habrá sido persuadido de que la oscuridad es la luz, y que el mal es el bien (Apocalipsis 13:4-8). Este será el mejor momento de Satanás.
Los juicios de Dios, que tienen la intención de ser una advertencia a los moradores de la Tierra, serán vistos por ellos como ataques en un intento vicioso del enemigo para prevenir que puedan alcanzar la vida de utopía que tanto han anhelado y que se les ha dicho que está en el horizonte.

¿Qué Está Haciendo Toda Esta Gente?

“¿Por qué se amotinan las gentes, y los pueblos piensan cosas vanas? Se levantarán los reyes de la tierra, y príncipes consultarán unidos contra Jehová y contra su ungido, diciendo: Rompamos sus ligaduras, y echemos de nosotros sus cuerdas” (Salmo 2:1-3).
Durante un tiempo parecerá que todo el mundo se ha unido en contra de Dios, y que destronarlo es en realidad posible. Pero no se darán cuenta en contra de Quién están.
“El que mora en los cielos se reirá; el Señor se burlará de ellos. Luego hablará a ellos en su furor, y los turbará con su ira.
Pero yo he puesto mi rey sobre Sion, mi santo monte.” (Salmo 2:4-6).

Traición En Los Lugares Altos

Pero la euforia no durará mucho. La promesa de gozo y paz que puso al mundo de rodillas en la alabanza y adoración por un motivo totalmente diferente, habrá madurado en el peor problema de su historia. Y la unidad y los poderes sobrenaturales que los han guiado quedarán expuestos como una farsa.
“[El ángel] me dijo también: Las aguas que has visto donde la ramera se sienta, son pueblos, muchedumbres, naciones y lenguas. Y los diez cuernos que viste en la bestia, éstos aborrecerán a la ramera, y la dejarán desolada y desnuda; y devorarán sus carnes, y la quemarán con fuego” (Apocalipsis 17:15-16).
Dejando a un lado la opinión que ustedes puedan tener del origen del anticristo y su religión mundial, estos versículos deberían ser desconcertantes para ustedes. La mujer que hizo subir al poder al anticristo y que persuadió a todas las personas de cada nación para que lo siguieran, ¿cómo es que ahora él se vuelve en contra de ella y la destruye? Apocalipsis 17:17 tiene la respuesta.
“Porque Dios ha puesto en sus corazones el ejecutar lo que él quiso: ponerse de acuerdo, y dar su reino a la bestia, hasta que se cumplan las palabras de Dios.”
Dios soporta mucho pero Su paciencia tiene un límite. Ese fin llegará rápidamente cuando el anticristo declare ser el mismo Dios (2 Tesalonicenses 2:4). Jesús dijo que esa declaración es la que va a disparar la Gran Tribulación, un tiempo de angustia sin igual desde el comienzo del mundo el cual nunca más podrá ser igualado y les dijo a las personas que estuvieran en Judea que cuando eso suceda salgan rápido de la ciudad (Mateo 24:15-21).
“Yo Jehová; este es mi nombre; y a otro no daré mi gloria, ni mi alabanza a esculturas” (Isaías 42:8).
Cuando el anticristo hace su declaración de ser Dios, él está emitiendo un desafío directo a Quien es Dios, y eso no será desatendido. Dios hará que él y sus 10 reyes subordinados se vuelvan en contra del mismo sistema que los elevó al poder, empezando con la falsa religión. Dios por mucho tiempo ha empleado las fuerzas de Sus enemigos para que hagan Su voluntad y eso ha funcionado siempre.
Un ejemplo antiguo de esto lo vemos en Jueces 7:22 cuando Dios hizo que Gedeón redujera el ejército que había reunido en contra de los madianitas de 32.000 a solamente 300 soldados. Con esos 300 Él derrotó al enemigo haciendo que cada uno se volviera en contra del otro. Otro ejemplo que aun está en el futuro pero que estará fresco en las mentes del mundo de después del Rapto lo encontramos en Ezequiel 38:21. Allí es en donde las fuerzas de Gog se volverán en contra de ellas mismas terminando en su completa derrota. (Nunca nos vemos excedidos en número cuando estamos del lado de Dios.)
Dios quiere ver destruido a ese falso sistema y utilizará a Su enemigo jurado para hacerlo. La falsa religión que empezó con la esposa de Nimrod, Semiramis, en la antigua Babilonia y que estará representada en los tiempos finales por las apariciones marianas, ya no será más.
En donde la aparición había sembrado armonía entre las naciones de la Tierra, Dios hará que broten las semillas de la rebelión. Los reyes del norte y del sur se levantarán en contra del anticristo. Con vínculos étnicos y religiosos, estos son líderes que deberían haber sido sus aliados, pero cuando se presenta la oportunidad, se rebelarán en contra de él. No habrá terminado de tratar con ellos cuando le llegan reportes del norte y del este que lo alarman (Daniel 11:40-44). Y entonces, el que llegó a escena como el gran pacificador terminará inmerso en la guerra. Satanás, el poder detrás de todos esos tronos, se verá obligado a enfrentarse con riñas internas en los niveles más altos de su reino. ¿Quién tiene la habilidad de causar esa clase de daño? El mismo Dios Altísimo, ese es quien; y eso es sólo el comienzo.
Daniel 11:45 nos dice que el anticristo eventualmente llegará a su fin y nadie vendrá en su ayuda. Cuando al fin los ejércitos celestiales invaden la Tierra, él será capturado y lanzado vivo en el lago de fuego. Sus ejércitos serán muertos por nada más que las palabras pronunciadas de boca del Señor (Apocalipsis 19:19-21). Satanás será atado en cadenas y encarcelado (Apocalipsis 20:1-2), y este episodio de la rebelión del hombre en contra de Dios terminará en derrota y juicio, igual que todas las anteriores.
Empezará como un hermoso sueño de una vida utópica que se llevaría a cabo por medio de los esfuerzos unificados de la hermandad del hombre y sus benefactores sobrenaturales. Siete cortos años después el mundo ya no será un lugar apropiado para vivir y tendrá que someterse a una completa renovación tanto física como espiritual para poder volver a la condición que era antes que el primer hombre la habitara.
A través de todo esto, Dios habrá realizado varias metas fundamentales. La Iglesia, que creyó en Él para crear nuestra vida de utopía en vez de intentar hacerla sin Él, estará en la Nueva Jerusalén disfrutándola para siempre (Apocalipsis 21:9-10, 27). Israel volverá a estar en pacto con Dios y floreciendo en el reino que Él les había prometido tanto tiempo atrás (Isaías 65:17-25). La Tierra habrá sido liberada de la atadura del deterioro y restaurada a su condición original (Romanos 8:19-21; Hechos 3:21). El Señor Jesús estará en Su justo lugar como cabeza de un reino que nunca será destruido ni dado a ninguna otra persona (Daniel 2:44; Zacarías 14:9). Todas las personas que moren allí lo habrán aceptado como su Señor y Salvador (Mateo 25:34). La paz fluirá como un río, y la riqueza de las naciones como un torrente que se desborda (Isaías 66:12). Ya casi se escuchan los pasos del Mesías. 25/08/12

Título Original: From Peace And Safety To Desolation And Destruction
Traducido por Walter Reiche B.
walterre@racsa.co.cr

EL TEMOR A LA MUERTE EN LOS HIJOS DE DIOS NO TIENE SENTIDO

Egipto se despliega en el Sinaí [Confirmado)

Fuente: Laultimageneracion.com

Posted: 27 Aug 2012 08:40 PM PDT


Tal como se había anunciado anteriormente, Egipto ha comenzado el despliegue de tropas militares en la frontera de Israel. De acuerdo a un articulo publicado por Israel International News, y quien citó a World Tribune, “Egipto desplegó tanques de origen estadounidense de fabricación SAMs en el Sinaí, rompiendo el tratado de paz de 1979 con Israel”.
Egipto Vs Israel
Israel despliega tropas en su frontera.
Algunos medios occidentales, dijo el periódico IIW, confirmaron que Egipto no solamente desplegó tanques en la frontera con Israel y Gaza, sino también misiles tierra-aire, ubicándolos al noreste del Sinaí, cerca de la costa Arish, cómo también en la frontera de Gaza e Israel.
Una fuente de Defensa, confirmó que “Las armas mas pesadas de los egipcios, ya se han desplegado a lo largo de la frontera de Israel”. Algunos de los tanques MTB, fueron adquiridos por los egipcios en los años ochenta, quienes exportaron varios de ellos desde Estados Unidos, y según la fuente, entre 20 y 40 M-60A3 se encuentran en este momento al Este del Sinaí.
La fuente señaló que Egipto también desplegó algunos transportes blindados, conocidos como los YPR-765 de origen holandés, estos transportes cuentan con ametralladoras automáticas 30mm turrets (sobre los transportes). Al menos unos 430 vehículos blindados podrían estar desplegados.
Mientras tanto, Israel le ha pedido a Egipto que retire los MBT de sus fronteras, junto con los misiles, inclusive Estados Unidos ha dialogado con El Cairo y Jerusalén, sobre el despliegue militar egipcio en el Sinaí, pero aparentemente Egipto no ha llegado a algún acuerdo con ambas partes.
El Tribune también dijo que algunos aviones F-16 han sobrevolado la frontera de Israel en agosto, esto ha causado tensiones entre ambos países, recordando una vez más lo ocurrido en La Guerra de los Seis Días, cuando varios países árabes, incluyendo Egipto quisieron exterminar a Israel de sus tierras, pero Israel salio vencedor.

Análisis profético: Guerra en Israel

La guerra que está a punto de encender el fuego en el Medio Oriente, está profetizada en el libro de Isaías, en el libro se describe la destrucción de Damasco (Siria) junto con los enemigos de Israel, esta profecía indica que la llegada de la Semana 70 (Tribulación) para Israel, está mas cerca de lo que se pensaba, esta guerra traerá consigo una serie de profecías que se cumplirán, incluyendo la destrucción de los enemigos de Israel; algunos eruditos y teólogos sostienen que la iglesia de Cristo puede partir antes de esta guerra, mientras que otros estudiosos, creen que la iglesia verá el cumplimiento de esta guerra. Tras encenderse está guerra, lo que continúa será el anhelado arrebatamiento para la Iglesia.
Cualquier país árabe podría ser el protagonista para accionar la profecía bíblica

miércoles, 22 de agosto de 2012

Apocalipsis 19-20

Un Estudio Bíblico por Jack Kelley

La Gran Tribulación ha terminado, Babilonia ha sido destruida, y el Planeta Tierra se encuentra listo para recibir a su Rey. Todo lo que queda por hacer es capturar a esa triada satánica que ha causado toda esta devastación y aniquilar a sus ejércitos. Eso suena como una gran tarea, pero con el Señor dirigiendo personalmente los eventos, eso no tomará mucho tiempo.

Apocalipsis 19

“Después de esto oí una gran voz de gran multitud en el cielo, que decía: ¡Aleluya! Salvación y honra y gloria y poder son del Señor Dios nuestro; porque sus juicios son verdaderos y justos; pues ha juzgado a la gran ramera que ha corrompido a la tierra con su fornicación, y ha vengado la sangre de sus siervos de la mano de ella.
Otra vez dijeron: ¡Aleluya! Y el humo de ella sube por los siglos de los siglos. Y los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se postraron en tierra y adoraron a Dios, que estaba sentado en el trono, y decían: ¡Amén! ¡Aleluya!” (Apocalipsis 19:1-4).
La palabra “Aleluya” está formada por dos palabras hebreas que no se han traducido al español y que juntas significan “Gloria a Dios”. Sus cuatro menciones en Apocalipsis 19 son únicas en el Nuevo Testamento. Puesto que la frase “Gloria a Dios” es casi exclusiva para los creyentes que han nacido de nuevo, para mí es fascinante que su versión hebrea aparezca 24 veces en el Antiguo Testamento, que es el mismo número de los ancianos que le hacen eco aquí. ¿Es esta otra pista sutil de que los 24 ancianos representan a la Iglesia que ha sido arrebatada, como lo sugerí en Apocalipsis 4?
“Y salió del trono una voz que decía: Alaben a nuestro Dios todos sus siervos, y los que le temen, así pequeños como grandes.
Y oí como la voz de una gran multitud, como el estruendo de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos, que decía: ¡Aleluya, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina! Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado. Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos.
Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios.
Yo me postré a sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira, no lo hagas; yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que retienen el testimonio de Jesús. Adora a Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía” (Apocalipsis 19:5-10).
Por el uso de los verbos en el tiempo pasado al referirse a las bodas, a la esposa y a las vestiduras que se la han dado, parece como si Juan está describiendo un evento que ya ha tenido lugar. Observen que mientras que las vestiduras representan la justificación de la esposa, no son sus propias vestiduras. Estas le fueran dadas a ella. Nosotros no somos justificados por nuestras obras. Nuestra justificación nos es otorgada por el Señor (2 Corintios 5:21). La palabra griega en realidad significa justificación y no actos justos. Nuestra justificación se nos impone por la fe únicamente (Romanos 3:21-22).
Isaías 61:10 describe esta escena con mayor claridad. “En gran manera me gozaré en el SEÑOR, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio me atavió, y como a novia adornada con sus joyas”.
Cuando Juan cambia al tiempo presente al mencionar a aquellas personas que han sido invitadas a la Cena de Bodas de Cordero, él se está refiriendo a los creyentes que han sobrevivido a la tribulación y que pronto serán invitados e invitadas a entrar en el Reino, como se describe en la parábola de las diez vírgenes (Mateo 25:1-13). La Iglesia es la Esposa, y la Esposa no es un montón de invitados, ni siquiera un grupo de damas de honor. Como lo es la Iglesia, ella es un solo cuerpo. Y ella no necesita de una invitación para asistir al banquete de su propia boda, porque ella es la figura principal. Sin ella no habría ningún banquete.

El Jinete del Caballo Blanco

“Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo. Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: EL VERBO DE DIOS. Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos. De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso. Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre:
REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES” (Apocalipsis 19:11-16)
Aquí vemos al Hombre legítimo en un caballo blanco, no al impostor de Apocalipsis 6. Las coronas que Él usa son diademas, que son las coronas de la realeza. La espada aguda es Su Palabra como lo explica Hebreos 4:12, y Su ropa está teñida en sangre, como lo predijo Isaías 63:1-6. Juan le da el nombre que está en el Evangelio que lleva su nombre, El Verbo (La Palabra) (John 1:1).
“Él las regirá con vara de hierro” es una cita directa del Salmo 2:9, una promesa dada por Dios a Su Hijo, y por el Hijo a los que perseveren en la iglesia de Tiatira (Apocalipsis 2:26-27). Esto significa que Su Iglesia regirá junto con Él. A pesar de que los demás jinetes en caballos blancos que lo acompañan están vestidos de lino fino y son los ejércitos celestiales, Él es el que hace la guerra.
Y vi a un ángel que estaba en pie en el sol, y clamó a gran voz, diciendo a todas las aves que vuelan en medio del cielo: Vengan, y congréguense a la gran cena de Dios, para que coman carnes de reyes y de capitanes, y carnes de fuertes, carnes de caballos y de sus jinetes, y carnes de todos, libres y esclavos, pequeños y grandes” (Apocalipsis 19:17-18).
El contraste entre la Gran Cena de Dios y la Cena de Bodas del Cordero, es demasiado evidente. Yo les garantizo a ustedes que los ejércitos de la tierra no se sentirán bendecidos con esta invitación. ¡Ellos son el plato principal!
“Y vi a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus ejércitos, reunidos para guerrear contra el que montaba el caballo, y contra su ejército. Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre. Y los demás fueron muertos con la espada que salía de la boca del que montaba el caballo, y todas las aves se saciaron de las carnes de ellos” (Apocalipsis 19:19-21).
En un cumplimiento del Salmo 2:1-6, y en una increíble arrogancia, los pueblos de la tierra se preparan para pelear contra el Mesías y Sus ejércitos celestiales. Pero sus líderes, el anticristo y el falso profeta, son capturados de inmediato y lanzados vivos en el lago de fuego que arde con azufre. El gran ejército que los había seguido en esta misión suicida, es destruido por nada menos que la Palabra que sale de la boca del Señor, y los cuerpos de los combatientes son devorados por las aves de rapiña. Les dije que eso no tomaría mucho tiempo ¿verdad?

Apocalipsis 20

Los Mil Años

“Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y una gran cadena en la mano. Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años; y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años; y después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo” (Apocalipsis 20:1-3)
El propósito del Milenio es ahora revelado. Muchos han pensado porqué Dios pondría este período único de 1000 años entre la Segunda Venida de Cristo y la eternidad. Yo creo que es para responderles a las personas por las tres principales excusas que dan en su fracaso de poder vivir complaciendo a Dios.
La primera excusa se originó en el Edén cuando la mujer culpó a la serpiente por la desobediencia de ella. Desde entonces, la humanidad le ha echado la culpa de su mal comportamiento a la influencia engañosa del diablo. Entonces ahora, Dios tiene atado al diablo por un período de mil años, y, por lo tanto, ya no existe esa mala influencia.
La segunda excusa del hombre ha sido en relación al poder de la tentación al pecado que ofrece el mundo incrédulo en nuestro medio. Entonces, como lo indica la narración del juicio de las ovejas y las cabras, con el establecimiento del Reino todos los incrédulos que sobrevivieron serán removidos de la tierra. Solamente los creyentes que han sobrevivido repoblarán la tierra en el comienzo del Milenio (Mateo 25:31-46).
La tercera excusa ha sido la ausencia física del Señor entre Su pueblo durante 2000 años. Algunas personas dicen que no es justo que Él nos dejara solos por tanto tiempo. Así que durante el Milenio, el Planeta Tierra será el centro principal de operaciones del Universo, con la presencia del Padre en Israel, y del Hijo en la cercana Jerusalén.
En unos pocos versículos más adelante veremos si las cosas son diferentes después de la remoción de estos obstáculos que le han servido de excusas a la humanidad para no ser justa. Pero primero veamos la conclusión de la primera resurrección.
“Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años. Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años. Esta es la primera resurrección. Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años” (Apocalipsis 20:4-6).
Jesús les prometió a Sus discípulos que ellos se sentarán en tronos para juzgar a las doce tribus de Israel cuando todas las cosas se hicieran nuevas (Mateo 19:28). Y ahora su turno ha llegado, cuando a los muertos creyentes de Israel en el pasado, se les da un cuerpo nuevo para unirse a sus conciudadanos en Israel (Daniel 12:1-2). Y a los mártires de la tribulación también se les da un cuerpo nuevo, completando así la primera resurrección que empezó en el Tumba del Huerto 2000 años antes con nuestro Señor siento las primicias de la primera resurrección (1 Corintios 15:20).
Tomen nota que a pesar de que Juan dijo que estos mártires reinarán con el Señor, nunca les llamó reyes. Entonces, en el libro de Apocalipsis vemos tres grupos de creyentes en el Cielo. Está la Iglesia en Apocalipsis 5 la cual es llamada Reyes y Sacerdotes. Está la multitud de Apocalipsis 7:9-17 la cual servirá a Dios en Su Templo pero nunca se le llama sacerdotes, y está el grupo de mártires de Apocalipsis 20 que reinará Con Cristo pero nunca se les llama reyes. Yo considero que esta es una jerarquía de autoridad con la Iglesia en la posición superior, asistida por los demás.
Y como lo explica el juicio de las ovejas y las cabras, los sobrevivientes de la tribulación son juzgados en este momento también. Todo esto se hace en cumplimiento de Joel 3:14-21.

La Condenación Final de Satanás

“Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión, y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla; el número de los cuales es como la arena del mar. Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; y de Dios descendió fuego del cielo, y los consumió. Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos” (Apocalipsis 20:7-10).
Ahora pasamos un poco más adelante, hacia el final del Milenio, para ver cómo es que el hombre natural se ha comportado ante la remoción de todos los obstáculos que han sido su excusa para tener una vida justa. Durante los 1000 años precedentes, la tierra habrá sido restaurada a su entorno como era en el Edén. Clima perfecto, paz perfecta, gobierno perfecto, condiciones perfectas. Con el retorno de mayores lapsos de vida (Isaías 65:17-25), los seres humanos naturales sobre la tierra se habrán multiplicado grandemente con hijos nacidos de padres creyentes. Y como toda la humanidad antes de ellos, todos estos descendientes tendrán la oportunidad, y de hecho la obligación, de decidir y permitir que la muerte del Señor haya sido la que compró el perdón por sus pecados.
A pesar de tener padres creyentes, condiciones idílicas y un templo en completo funcionamiento en Israel como un memorial para recordarles lo que el Señor ha hecho por ellos, muchos van a rechazarlo para favorecer sus propios remedios para el pecado. De hecho habrá tantas personas que lo hacen que tan pronto Satanás es soltado, podrá reunir un gran ejército en otro intento para sacar al Señor del planeta. Por supuesto que todos ellos serán derrotados y Satanás será lanzado al lago de fuego para siempre, para unirse a su cuadrilla de esbirros en su tormento eterno.
Entonces, ¿cuál es la razón de los mil años? Es para mostrar que no hay circunstancia, no importa lo favorable que sea, en la que una persona infestada de pecado pueda vivir una vida que complazca a Dios. Aun después de mil años de una vida perfecta, de una paz perfecta, y de un gobierno perfecto, aun quedará suficiente pecado residual en el corazón de la persona natural que se rebelará en contra de Dios en la primera oportunidad que tenga. Y de esta manera la séptima dispensación concluye exactamente como concluyó la sexta anterior, con el fracaso rotundo de la persona natural de poder vivir en paz con Dios, siendo necesario ejecutar un juicio en su contra. Jeremías estaba en lo correcto cuando dijo, “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?” (Jeremías 17:9).

Los Muertos son Juzgados

“Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego” (Apocalipsis 20:11-15).
Mientras que Juan está describiendo eventos del final del Milenio, ahora vuelve nuestra atención a la resurrección de los muertos, la cual sucede en ese momento también. Todo parece indicar que este juicio se llevará a cabo en algún lado en las tinieblas de afuera, puesto que la tierra y su atmósfera inmediata, en la que la Nueva Jerusalén existe, están ausentes.
Todas las personas que han sido condenadas de todas las épocas, de un momento a otro saldrán a la vida para estar de pie ante el Gran Trono Blanco de Dios. Cada una de ellas podrá ver todos los eventos de su vida desarrollarse ante sus ojos, y como todas las que escogieron ser juzgados por sus propias obras finalmente les habrá llegado esa oportunidad. De nuevo todas ellas verán los momentos en los cuales escucharon el Evangelio y lo rechazaron y cómo fracasaron en poder vivir bajo sus propias normas, menos aun en las de Dios.
Algunas personas entienden la frase fueron juzgados cada uno según sus obras, como evidencia de que Dios determinará el castigo de cada cual por su fracaso en aceptar Su perdón en base a la calidad de sus vidas. Aquellas personas que vivieron una “buena” vida, recibirán, comparativamente, un menor castigo y aquellas cuyas vidas fueron peor recibirán un mayor castigo. Según este punto de vista, una vez que alguna persona ha soportado toda la medida de su castigo, esa persona es destruida y deja de existir de cualquier forma posible. Solamente Satanás, el anticristo y el falso profeta, dicen ellos, son los que están destinados para el tormento eterno. A ese punto de vista se le llama el infierno condicional, y se ha introducido en el principal pensamiento cristiano de manera reciente.
Otras personas sostienen la posición tradicional de que el juicio de los condenados produce el tormento eterno para todos ellos. Puesto que la única obra que Dios requiere es que creyeran en Aquel que Él había enviado (Juan 6:28-29) y puesto que no hay nada que la humanidad pueda hacer para sustituir eso, no tiene sentido que Dios los juzgue bajo cualquier otra calificación. Pero sin importar el punto de vista que usted tenga, este juicio no es ninguna oportunidad para esperar, ni aun por un momento, que se pueda cambiar algo, especialmente cuando un pequeño estudio confirma la existencia obvia de Dios, a lo cual le sigue la decisión de recibir Su perdón.

El Lago de Fuego

El lago de fuego es un lugar de tormento en algún lugar desconocido para nosotros, pero el nombre tiene un paralelo interesante en la historia que nos da un modelo claro y terrible sobre el tormento que los condenados sufrirán. El Mar Muerto está lleno de un agua tan rica en sal y otras sustancias minerales, que el cuerpo humano flota en el agua sin ningún esfuerzo. En otras palabras, usted no puede hundirse en esa agua aunque lo intente. En tiempos antiguos el petróleo salía periódicamente a la superficie y se solidificaba en una sustancia como alquitrán, la cual los recolectores la cortaban en trozos del tamaño de un ladrillo y la vendían en la costa. Cuando se volvía a derretir, hacía un buen adhesivo para cementar los bloques de construcción, y los egipcios también la utilizaban para embalsamar. Esa sustancia se extendía tanto sobre la superficie del agua, que los romanos le llamaron el Mar Muerto (Lago Asfaltus), y de allí se deriva la palabra asfalto en español. De tiempo en tiempo, durante una tormenta eléctrica, un rayo caía en la superficie del agua incendiando el asfalto. Cuando eso sucedía, le llamaban “el Lago de Fuego”.
Imagínense por un momento que usted se encuentra en esa agua profunda. Mientras usted pueda mantener su cabeza fuera de la superficie, usted puede respirar. Pero la superficie está en llamas, entonces usted sostiene la respiración para hundirse bajo la superficie del agua y escapar de las llamas. Pero la densidad del agua lo devuelve a la superficie, como si fuera un corcho, hacia el fuego. Y eso es así de día y de noche. Usted se dobla y gira y se retuerce buscando algún lugar en donde poder respirar, aunque sea por un instante. Usted añorará la muerte y la buscará, pero no puede morir porque no hay escape para este castigo. ¿Captó el cuadro?
No permita que esto le suceda a usted. Saque su Biblia y vuelva a leer pasajes como Juan 3:16; Juan 6:28-29, Romanos 10:9-10, Efesios 2:8-9 y Tito 3:4-7. Asegúrese de que usted es salvo y salva. Ningún ataque en contra de la autoridad de la Biblia se ha podido sostener excepto en la mente de aquellas personas que de forma testaruda rehúsan creer a pesar de toda la evidencia. Una persona incrédula aunque fuera la más rica y privilegiada del mundo gustosamente cambiaría de lugar con el mendigo más incapacitado física y mentalmente, como una alternativa a tener que pasar la eternidad en el lago de fuego. Solamente se necesita tomar una decisión. Asegúrese de que ciertamente usted ha tomado la suya, mientras aun hay tiempo para hacerlo.
En nuestra conclusión, la próxima vez, iremos de vuelta al comienzo del Milenio para tener un vistazo más cercano de nuestro hogar eterno así como de los cambios que el Señor tiene en mente para en Medio Oriente. Nos vemos entonces.

Título Original: Revelation 19-20
Traducido por Walter Reiche B

miércoles, 15 de agosto de 2012

APOCALIPSIS 17 Y 18

Un Estudio Bíblico por Jack Kelley

Al concluir los juicios de las copas de la ira de Dios, llegamos al final de la gran tribulación. Pero ahora nos devolvemos un poco para conocer los detalles de la destrucción de Babilonia. ¿Recuerdan ustedes el versículo de Apocalipsis 16:19? Y la gran Babilonia vino en memoria delante de Dios, para darle el cáliz del vino del ardor de su ira”. Pues bien, los capítulos 17 y 18 nos dan ese detalle golpe por golpe. Casi desde el inicio del tiempo, la historia del hombre sobre la Tierra ha sido la Historia de Dos Ciudades, Babilonia la ciudad del hombre, y Jerusalén la Ciudad de Dios. Entonces, no es ninguna coincidencia de que en los días finales de la Era del Hombre, veamos la batalla que involucra a estas dos ciudades.

Apocalipsis 17

“Vino entonces uno de los siete ángeles que tenían las siete copas, y habló conmigo diciéndome: Ven acá, y te mostraré la sentencia contra la gran ramera, la que está sentada sobre muchas aguas; con la cual han fornicado los reyes de la tierra, y los moradores de la tierra se han embriagado con el vino de su fornicación.
Y me llevó en el Espíritu al desierto; y vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata llena de nombres de blasfemia, que tenía siete cabezas y diez cuernos. Y la mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas, y tenía en la mano un cáliz de oro lleno de abominaciones y de la inmundicia de su fornicación; y en su frente un nombre escrito, un misterio:
BABILONIA LA GRANDE,
LA MADRE DE LAS RAMERAS
Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA.
Vi a la mujer ebria de la sangre de los santos, y de la sangre de los mártires de Jesús; y cuando la vi, quedé asombrado con gran asombro” (Apocalipsis 17:1-6).
Como lo mencioné en nuestro artículo anterior, existen tres facetas en el sistema mundial babilónico las cuales han esclavizado a la humanidad en todas las épocas, y estas son la religiosa, la comercial y la gubernamental. Trataremos primero con la religiosa, la cual es caracterizada por la mujer.
Una mujer identificada como un misterio, Babilonia, la madre de las rameras, está montada sobre una bestia. El jinete siempre controla al animal, y la tercera mención de siete cabezas y diez cuernos indica que esa es la misma bestia que salió del mar en Apocalipsis 13, la cual recibe el poder de Satanás, el dragón de Apocalipsis 12. Esto nos indica que el anticristo inicialmente obtendrá su poder por medio de su asociación con la religión.
La mujer y la bestia no son las mismas, pero por un tiempo parecerán estar ligadas una con la otra. La mujer siendo el jinete, al principio será el socio dominante. Pero como Apocalipsis 17:16 nos dice, el anticristo y sus socios realmente van a odiar a la mujer, y actuando bajo las órdenes de Dios la destruirán. Hablaremos más sobre ella un poco más adelante.
Habiendo luchado durante la mayor parte del siglo pasado para despojarse de su relación con el único y verdadero Dios, el hombre abrazará a esta religión falsa. Hablando acerca del anticristo y su religión falsa, Jesús dijo, “Yo he venido en nombre de mi Padre, y ustedes no me reciben; si otro viniere en su propio nombre, a ése recibirán” (Juan 5:43).
A esta mujer se le llama “un misterio, Babilonia” porque ella no es Babilonia, como pronto lo veremos. Pero la religión babilónica es literalmente la madre de todos los cultos y mitologías que se han formado en oposición al Evangelio.
Brevemente, en tiempos de Génesis 10, cuando Nimrod fundó Babilonia, su esposa Semiramis sembró las primeras semillas de la falsa religión al haber afirmado que su hijo Tamuz era el hijo sobrenatural del dios Sol, falsificando la promesa primeramente dada por Dios en el Jardín del Edén de que la simiente de la mujer redimiría a la humanidad.
Según la tradición, cuando Tamuz murió en un accidente de cacería, ella entró en un período de duelo de 40 días. Cerca del final de este tiempo, ella quemó un leño (yule que en el idioma babilónico significa niño), conforme el sol lentamente se ocultaba (moría). Después de la noche más larga del año, el solsticio de invierno, Tamuz volvió a la vida, siendo ésta la primera resurrección falsa del mundo.
En señal de regocijo ella decoró un árbol siempre verde (árbol de navidad), que es un símbolo de vida, y sirvió pastelitos con las iniciales de su hijo para conmemorar el evento. Hoy le llamamos a estos pastelitos “panes calientes en cruz”, puesto que la “T” babilónica se parece a la “X” de nuestro idioma. Y como si fuera para validar esta celebración, el sol comenzaba a retornar a la vida también.
Luego ella conmemoró los 40 días de duelo (que ahora les llamamos Cuaresma), formando un sacerdocio célibe para que guiara a las personas en la adoración de su hijo resucitado. Declaró al sumo sacerdote infalible y ella se proclamó como la Reina del Cielo
Todas las mitologías que surgieron desde ese entonces, han incluido algunos elementos de esta historia. En la versión egipcia a ella se le conoció como Isis; en neo Babilonia como Astoret, o Istar; en Canaán como Astarté; en Grecia como Afrodita, y en Roma como Venus. A ella también se le llama la diosa del amor y de la fertilidad. Su objetivo principal siempre ha sido usurpar el papel de Dios como el único Dador y Sostenedor de Vida. (Algunas tradiciones sostienen que lejos de ser la Virgen del Mar, como una vez ella se llamó a sí misma, Semiramis fue la matrona de un burdel cuando conoció a Nimrod la primera vez. Si eso es así, ella realmente sería la “madre de las rameras”.)
“Y el ángel me dijo: ¿Por qué te asombras? Yo te diré el misterio de la mujer, y de la bestia que la trae, la cual tiene las siete cabezas y los diez cuernos. La bestia que has visto, era, y no es; y está para subir del abismo e ir a perdición; y los moradores de la tierra, aquellos cuyos nombres no están escritos desde la fundación del mundo en el libro de la vida, se asombrarán viendo la bestia que era y no es, y será” (Apocalipsis 17:7-8).
Los moradores de la tierra se asombrarán al ver a la bestia porque ella era, ya no es, y va a venir. La palabra griega traducida asombrarán significa maravillarse o admirarse.
Algunas personas creen que la frase era, y no es; y está para subir significa que el anticristo será una figura del pasado, alguien que ha vivido antes del tiempo de Juan, que estaba muerto cuando Juan escribió el libro de Apocalipsis, pero que va a regresar al final de la Era como el anticristo. Los candidatos más populares son Antíoco Epífanes quien murió en el año 163 a.C., el emperador romano Nerón quien murió en el 68 d.C., y Judas Iscariote quien murió en el 32 d.C. Antíoco Epífanes y Nerón son dos de los modelos históricos más específicos del anticristo, y Jesús le llamó a Judas el hijo de perdición (Juan 17:12) que es el mismo título con el que Pablo se refiere al anticristo (2 Tesalonicenses 2:3).
“Esto, para la mente que tenga sabiduría: Las siete cabezas son siete montes, sobre los cuales se sienta la mujer, y son siete reyes. Cinco de ellos han caído; uno es, y el otro aún no ha venido; y cuando venga, es necesario que dure breve tiempo. La bestia que era, y no es, es también el octavo; y es de entre los siete, y va a la perdición” (Apocalipsis 17:9-11).
El punto de vista tradicional de este pasaje es que se refiere a Roma, conocida alrededor del mundo como la ciudad sobre siete colinas. Pero otras personas creen que eso no es cierto debido a que la traducción griega de Apocalipsis 17:9 realmente menciona siete montes. La palabra griega para colina es diferente y solamente aparece dos veces en el Nuevo Testamento, ambas en el Evangelio según Lucas. Usted puede ver la diferencia en Lucas 23:30 en donde tanto la palabra oros para monte y bounos para colina se utilizan en la misma frase. Si Juan estaba usando la palabra monte de manera simbólica, dicen ellas, él estaría hablando de gobiernos y no de elevaciones topográficas. Esto haría que la mujer estuviera sentada sobre siete gobiernos.
Pero como la palabra para monte se utiliza en la ilustración de una ciudad sobre una colina (Mateo 5:14) y al describir el Monte de los Olivos (Mateo 26:30), otras personas dicen que la traducción de Apocalipsis 17:9 como siete colinas es la apropiada. Este es uno de esos puntos de discusión entre las personas que creen que el gobierno mundial del fin de los tiempos será un renacimiento del imperio romano bíblico, y aquellas que creen que será un califato islámico. Los proponentes del califato justamente afirman que Roma nunca ocupó todos los territorios de los imperios de Babilonia, Persia y Grecia, pero un califato anterior (el imperio otomano) sí lo hizo. También señalan que es muy difícil poder justificar que las dos piernas de la estatua en el sueño de Nabucodonosor (Daniel 2:31-43) como si fueran las piernas oriental y occidental del Imperio Romano porque esas piernas tienen su origen en el Imperio Griego (el vientre y los muslos de bronce) que las precedió, y que las dos divisiones de Roma solamente existieron unidas durante un corto tiempo. Por consiguiente, estas personas dicen que la noción de que los pies y los dedos de los pies como una extensión de Roma es igualmente sospechosa.
En la fecha cuando Juan escribió esto, la historia había registrado la caída de cinco reyes, Egipto, Asiria, Babilonia, Persia y Grecia. El rey que gobernaba en tiempos de Juan era el emperador romano. Todos concuerdan con ello. Pero, de acuerdo al punto de vista que usted tenga, el que aún no había llegado en tiempos de Juan bien podía ser el gobernante de una Roma renacida o de un califato islámico.
Apocalipsis 17:11 deja en claro que la bestia (anticristo) es un rey y no un reino. Esto lo sabemos porque la palabra griega para rey está en el género masculino, mientras que reino, en el griego, es un nombre femenino. Juan acaba de decir que las siete cabezas son siete reyes. El octavo rey no está específicamente identificado con ninguno de los siete, pero en sus metas y ambiciones será como todos ellos. Esto puede darnos una pista de que el anticristo no habría tenido antes una posición de liderazgo en un gobierno mundial, y que bien podría salir de la estructura política mundial.
“Y los diez cuernos que has visto, son diez reyes, que aún no han recibido reino; pero por una hora recibirán autoridad como reyes juntamente con la bestia. Estos tienen un mismo propósito, y entregarán su poder y su autoridad a la bestia. Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con él son llamados y elegidos y fieles” (Apocalipsis 17:12-14).
Los diez cuernos representan aquellas personas que van a asumir el liderazgo del gobierno mundial bajo la dirección del anticristo, eventualmente agrupando todos los ejércitos humanos para oponerse al retorno del Señor con Su Iglesia. Las tres palabras para describir a los seguidores del Señor (llamados, elegidos y fieles) siempre y únicamente se refieren a la Iglesia. Esto significa que Él viene con nosotros y no por nosotros.
“Me dijo también: Las aguas que has visto donde la ramera se sienta, son pueblos, muchedumbres, naciones y lenguas. Y los diez cuernos que viste en la bestia, éstos aborrecerán a la ramera, y la dejarán desolada y desnuda; y devorarán sus carnes, y la quemarán con fuego; porque Dios ha puesto en sus corazones el ejecutar lo que él quiso: ponerse de acuerdo, y dar su reino a la bestia, hasta que se cumplan las palabras de Dios. Y la mujer que has visto es la gran ciudad que reina sobre los reyes de la tierra” (Apocalipsis 17:15-18).
Esta es la destrucción de la Babilonia religiosa, la cual fue anticipada en Apocalipsis 14:8. A pesar de que el anticristo subió al poder por medio de la influencia de la religión babilónica, ese mismo sistema religioso se convertirá en una barrera para su meta final de ser adorado de manera exclusiva. En 2 Tesalonicenses 2:4 Pablo dijo que él se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto. Y así tanto él como sus cohortes se volverán en contra de la Babilonia religiosa para destruirla. Observen que es Dios Quien los pone en esta situación. Durante “una hora” (la duración de la gran tribulación) la bestia y sus diez reyes tienen el poder sobre la Tierra para poder destruir a la “mujer” que fue la que hizo posible que tuviesen el poder, cumpliendo así el propósito de Dios de destruir la falsa religión que le ha hecho tanto daño a Su creación.

Apocalipsis 18

En algún momento, el centro mundial de operaciones de estos tres sistemas mundiales se consolidará en Babilonia. Zacarías 5:5-11 nos habla sobre una mujer dentro de un canasto (efa), la cual representa la iniquidad del mundo, y que es trasladada de su posición actual a un lugar preparado para ella en la planicie de Sinar, lo cual es una referencia a la localización de Babilonia y que queda en el actual Irak. Unas mujeres con alas de cigüeña, un ave inmunda, levantan el canasto en el aire y lo llevan allá.
La Babilonia de Nabucodonosor había sido conquistada por los persas cerca de cien años antes de la profecía de Zacarías. En 200 años más, los persas serían vencidos por Alejandro Magno, quien tenía la intención de dragar el río Eufrates para hacer de Babilonia un gigantesco puerto fluvial para que pudieran llegar barcos del Golfo Pérsico y de otras regiones del oriente. Sin embargo, Alejandro murió sin haber iniciado su proyecto. Cuando uno de los sucesores de Alejandro construyó su puerto de ensueño en una bahía natural sobre el vecino Río Tigres y lo llamó Bagdad, Babilonia menguó a ser un pueblo de 10.000 habitantes, y sus masivos muros fueron derribados para utilizarlos como bloques de construcción.
Las condiciones presentes en Irak podrían perfectamente estarnos dirigiendo hacia el cumplimiento de la profecía de la Biblia para que Babilonia sea restaurada en una poderosa ciudad en preparación a su última y completa destrucción. Ninguna otra ciudad, excepto Jerusalén, se menciona tanto en la Biblia como Babilonia, y en los seis capítulos dedicados a su destrucción (Isaías 13-14, Jeremías 50-51, y Apocalipsis 17-18), nunca ha sido destruida de la manera como se indica en estos pasajes. De hecho, una de las grandes sorpresas de la Guerra del Golfo fue la visión de Babilonia, la cual había sido reconstruida a un costo de mil millones de dólares, y lucía allí, alta y orgullosa, sobre los bancos del río Eufrates.
Y como es muy tentador tomar estos pasajes de manera figurada, y verlos como que representan, por ejemplo, a Nueva York, o a alguna otra ciudad, y en el tanto como podamos estar de acuerdo en que este tipo de castigo ciertamente lo merecen estas otras ciudades, simplemente no existe ninguna razón bíblica para hacerlo. Las planicies de Sinar es un lugar geográfico específico en Irak, y después de que la religión pagana se mudó de Babilonia a Pérgamo durante el tiempo del Imperio Griego, nunca regresó allá como lo requiere la profecía bíblica. Y recuerden, aquí no estamos hablando solamente de religión. El sistema de Babilonia también incluye los componentes gubernamental y comercial. Esto será confirmado a través de todo Apocalipsis 18. Hoy día no existe ninguna sola ciudad en el mundo que albergue el centro de operaciones de esos tres componentes.
“Después de esto vi a otro ángel descender del cielo con gran poder; y la tierra fue alumbrada con su gloria. Y clamó con voz potente, diciendo:
Ha caído, ha caído la gran Babilonia, y se ha hecho habitación de demonios y guarida de todo espíritu inmundo, y albergue de toda ave inmunda y aborrecible. Porque todas las naciones han bebido del vino del furor de su fornicación; y los reyes de la tierra han fornicado con ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido de la potencia de sus deleites.
Y oí otra voz del cielo, que decía:
Sal de ella, pueblo mío, para que no seas partícipe de sus pecados, ni recibas parte de sus plagas; porque sus pecados han llegado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus maldades. Denle a ella como ella les ha dado a ustedes, y páguenle el doble según sus obras; en el cáliz en que ella preparó bebida, prepárenle a ella el doble. Cuanto ella se ha glorificado y ha vivido en deleites, tanto denle de tormento y llanto; porque dice en su corazón: Yo estoy sentada como reina, y no soy viuda, y no veré llanto; por lo cual en un solo día vendrán sus plagas; muerte, llanto y hambre, y será quemada con fuego; porque poderoso es Dios el Señor, que la juzga.
Y los reyes de la tierra que han fornicado con ella, y con ella han vivido en deleites, llorarán y harán lamentación sobre ella, cuando vean el humo de su incendio, parándose lejos por el temor de su tormento, diciendo: ¡Ay, ay, de la gran ciudad de Babilonia, la ciudad fuerte; porque en una hora vino tu juicio!” (Apocalipsis 18:1-10).
La Babilonia religiosa fue destruida en Apocalipsis 17. Pero ahora la misma Babilonia quedará reducida a ruinas, quemada por el fuego del justo juicio de Dios, y será morada de demonios. Los líderes mundiales que se han enriquecido por medio de su corrupto sistema llorarán y harán lamentación sobre ella totalmente aterrorizados. El sistema de gobierno con el cual todos ellos obtuvieron su injusta riqueza a expensas de sus subordinados ya no existe más.
Y ahora sigue el componente comercial.
“Y los mercaderes de la tierra lloran y hacen lamentación sobre ella, porque ninguno compra más sus mercaderías; mercadería de oro, de plata, de piedras preciosas, de perlas, de lino fino, de púrpura, de seda, de escarlata, de toda madera olorosa, de todo objeto de marfil, de todo objeto de madera preciosa, de cobre, de hierro y de mármol; y canela, especias aromáticas, incienso, mirra, olíbano, vino, aceite, flor de harina, trigo, bestias, ovejas, caballos y carros, y esclavos, almas de hombres.
Los frutos codiciados por tu alma se apartaron de ti, y todas las cosas exquisitas y espléndidas te han faltado, y nunca más las hallarás.
Los mercaderes de estas cosas, que se han enriquecido a costa de ella, se pararán lejos por el temor de su tormento, llorando y lamentando, y diciendo: ¡Ay, ay, de la gran ciudad, que estaba vestida de lino fino, de púrpura y de escarlata, y estaba adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas! Porque en una hora han sido consumidas tantas riquezas.
Y todo piloto, y todos los que viajan en naves, y marineros, y todos los que trabajan en el mar, se pararon lejos; y viendo el humo de su incendio, dieron voces, diciendo: ¿Qué ciudad era semejante a esta gran ciudad? Y echaron polvo sobre sus cabezas, y dieron voces, llorando y lamentando, diciendo: ¡Ay, ay de la gran ciudad, en la cual todos los que tenían naves en el mar se habían enriquecido de sus riquezas; pues en una hora ha sido desolada! Alégrate sobre ella, cielo, y ustedes, santos, apóstoles y profetas; porque Dios les ha hecho justicia en ella” (Apocalipsis 18:11-20).
Podríamos dedicarle bastante tiempo a discutir los detalles de la destrucción de Babilonia, pero un rápido repaso de Isaías 13-14 y Jeremías 50-51 nos será obvio de que nunca antes en la historia esta malvada ciudad y todo lo que representa, ha sido totalmente destruida. Y aun si la propia ciudad ha sido reducida a polvo y lo que quedó echado al mar, los sistemas que fueron establecidos allí ciertamente han subsistido hasta nuestros días.
En lo que me gustaría enfocarme aquí es en la naturaleza insidiosa del sistema mundial del comercio y cómo ha esclavizado a la humanidad al punto que éste ha sobrepasado la opresión religiosa que ya hemos discutido, porque, por su naturaleza, le cierra las puertas a la verdad de Dios. Consideren las siguientes palabras del Señor en Sus Parábolas del Reino.
“El que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa” (Mateo 13:22).
De mis estudios he llegado a la conclusión de que con la subida de los sistemas mundiales religioso, político y económico del anticristo, todos estos serán consolidados bajón una sola autoridad, y esta autoridad estará localizada en Babilonia. Todo esto comprenderá al Vaticano, la Meca, las Naciones Unidas, los mercados bursátil y de bienes de consumo y el del intercambio monetario, todos en un solo sistema.
Muchos de nosotros no nos hemos dado cuenta hasta qué grado es que estamos esclavizados. Y no es sino hasta que usted se sale del sistema que empieza a realizar la atadura que tenía. Su audiencia estadounidense se reía a carcajadas cuando Charles “el Tremendo” Jones, uno de mis cómicos favoritos, los acusaba de “gastar el dinero que no tenemos, para comprar las cosas que no necesitamos para impresionar a la gente que nos desagrada”. Esta acusación va más allá de la verdad, pero parece que lo único que podemos hacer con eso es reírnos de nosotros mismos.
El secreto para el éxito fue una vez identificado como la habilidad de encontrar una necesidad y llenarla. Y ahora, la industria de la publicidad promete, “Tráiganos un producto, y nosotros produciremos la necesidad para el mismo.” Los costos promocionales pueden añadirle entre un 30 a un 50% al precio del artículo que compramos, y aun así, de manera voluntaria pagamos el precio, porque hemos sido convencidos de que necesitamos lo que los anunciantes están vendiendo. Luego le agregamos el costo del financiamiento a nuestras compras porque en realidad no tenemos los ingresos reales para tener el estilo de vida al que hemos sido manipulados a tener. Entonces, prestamos del futuro para pagar en el presente.
Cada año, el costo del día-gobierno se calcula para mostrar cuánto del ingreso individual promedio se destina a mantener los distintos niveles del gobierno estadounidense. En 2012 ese día fue el 15 de julio para los ciudadanos estadounidenses. Eso significa que cada dólar que se ha ganado desde el 1 de enero hasta el 15 de julio ha servido para pagar los distintos impuestos que se nos han sido cargados por el gobierno. Para la mayoría de las personas, los costos ocultos de la promoción y del crédito más que consumirán el resto.
Así que no debe de sorprendernos que durante años los estadounidenses por lo general gastan un 125% de sus ingresos anuales, acumulando así miles de miles de millones de dólares en deudas producto del consumo, solamente para aparentar ser más exitosos de lo que en la realidad admiten ser, porque la industria publicitaria hace parecer que eso es lo correcto de hacer. Y así creemos que somos libres.
Se pueden citar estadísticas similares para el resto del así llamado mundo desarrollado, a pesar de que con frecuencia estas son generalmente oscurecidas por las promesas ridículas de los gobiernos de hacerse cargo de ellas. (¿Es que no se dan cuenta de que los gobiernos no producen riqueza sino que la consumen?) Para el resto de la gente, los ingresos contados al centavo, mantienen a las personas en un estado de pobreza que realmente se puede sentir, mientras que los que les pagan esos centavos, generalmente disfrutan de un estilo de vida de un lujo obsceno.
Así que ya sea que piense que es rico o que sepa que es pobre, el ser humano promedio está económicamente esclavizado de por vida. Y tanto como Dios odia la falsa religión, de la misma manera odia el sistema económico que esclaviza a Su pueblo. Y entonces, cuando sea el momento de enviar Su venganza sobre los responsables, no habrá nada que la detenga. Los gritos de utilizar la fuerza excesiva y de la inapropiada falta de moderación, caerán en oídos sordos esta vez. La Babilonia comercial y su sistema mundial de esclavitud que han oprimido a la humanidad, ya no lo harán más, y todos aquellos que se han enriquecido con este sistema, lamentarán su pérdida.
Y un ángel poderoso tomó una piedra, como una gran piedra de molino, y la arrojó en el mar, diciendo:
Con el mismo ímpetu será derribada Babilonia, la gran ciudad, y nunca más será hallada. Y voz de arpistas, de músicos, de flautistas y de trompeteros no se oirá más en ti; y ningún artífice de oficio alguno se hallará más en ti, ni ruido de molino se oirá más en ti. Luz de lámpara no alumbrará más en ti, ni voz de esposo y de esposa se oirá más en ti; porque tus mercaderes eran los grandes de la tierra; pues por tus hechicerías fueron engañadas todas las naciones. Y en ella se halló la sangre de los profetas y de los santos, y de todos los que han sido muertos en la tierra” (Apocalipsis 18:21-24).
Todos los males presentes en la Tierra tienen su origen en Babilonia, y finalmente la destrucción total y permanente de los sistemas religioso, gubernamental y económico de la humanidad habrá llegado. La próxima vez veremos lo que Dios ha ordenado para remplazar estos sistemas cuando el quinto reino de Daniel 2 llegue. Y ese reino nunca será destruido ni dejado a alguien más, sino que permanecerá para siempre (Daniel 2:44). Nos vemos entonces.


Título Original: Revelation 17-18
Traducido por Walter Reiche B.